Una historia sobre fantasmas

… o cómo el amor real persiste a través del tiempo.

Escrita y dirigida por David Lowery, la película de drama y fantasía A Ghost Story comienza con la pareja que le dará vida a nuestra historia de amor. Es “nuestra” porque en el arte el amor de una persona comienza a ser el de todos; la empatía nos lleva a desdibujar los límites donde terminan los sentimientos de los personajes y donde comienzan los nuestros. Sin embargo, el eje real sobre el cual gira la trama es la casa que les sirve de hogar, operando como una suerte de protagonista inanimado. 

Dentro de la misma, un hombre y su esposa tienen una vida común y corriente hasta que son separados por un accidente. El propósito de este hombre en la historia no acaba incluso después de su muerte. De hecho, a partir de ese punto podemos verlo representado como un fantasma de manera casi caricaturesca: una simple sábana blanca con dos aberturas circulares como ojos. Aunque no escuchamos una sola palabra más de él, conectamos con sus emociones, tan humanas como nunca. El músico acepta su destino en el otro plano mientras deambula en el mundo de los vivos desde el principio de los tiempos hasta el momento de su partida. La frase de Anne-Louise Germaine Necker sobre la fragilidad del tiempo como lo conocemos en función del amor calza perfectamente a lo largo de este relato visual: “El tiempo no debería componerse solamente de horas ni de minutos, sino de amor y de voluntad; tenemos poco tiempo cuando tenemos poco amor verdadero”

A pesar de la naturaleza efímera de la vida del protagonista, es el valor del amor lo que lleva a la línea temporal a doblarse hasta crear un ciclo continuo. Es así cómo el fantasma se encuentra a sí mismo atrapado en esta casa, preso por la intriga que le ocasiona un solo secreto: las últimas palabras de su amada, escritas en un pequeño pedazo de papel y guardado en una grieta en la pared, costumbre que había mantenido desde pequeña al mudarse constantemente con su familia. 

Este “fantasma” sufre todo un crecimiento para llegar a comprender la importancia de dicho papel. Antes estaba demasiado interesado en lo que ocurría en su antigua casa y en reclamar su pertenencia sobre esta, incluyendo el derecho sobre la mujer que ama, quien intenta formar un nuevo camino sin él y, eventualmente, decide dejar aquel lugar para lograrlo. Aferrado entonces a lo único que le queda de su esposa, entiende que su atención debe centrarse en ese último pedazo de ella guardado entre las paredes. Una vez que lo retira y logra leerlo, se desvanece por completo: su función en ese plano había terminado, el pequeño papel cae junto con la sábana en el suelo de la casa abandonada.

Como espectadores, el contenido de este escrito permanece oculto, dependiente de la interpretación de cada persona; un único mensaje con millones de posibilidades. Después de todo, si existía una persona con el derecho y cualidades necesarias para leerlo, era su esposo. El secreto entre dos enamorados nos demuestra nuevamente que lo más importante es el camino a pesar de las relucientes promesas en el destino prometido. No quedó más que silencio al finalizar la película, una oportunidad perfecta para reconciliarnos con la emoción profunda que evoca esta historia. Y al igual que sus personajes, no dejamos de vivirla al abandonar la pantalla, sino que se repite en círculos de principio a fin, en nuestra memoria, en nuestras acciones presentes y en las decisiones a futuro. Como todo lo que nace del amor real, persiste a través del tiempo.

Días Perfectos

un deleite para los ojos y el alma.

Cuando se encuentra placer en las cosas pequeñas de la vida, no se necesita de un acontecimiento fuera de lo común para entender que los días felices son, en esencia, días perfectos. Esto lo confirma Wim Wenders con su película más reciente, Perfect Days. Hirayama, su protagonista, mantiene un estilo de vida aparentemente simple basado en una sutil pero firme rutina, la cual ha sido tejida de forma minuciosa por él mismo a través del tiempo. Es la misma rutina la que le ha logrado brindar la paz y estabilidad que, como descubrimos más adelante en el film, no eran la norma en su pasado, cuando la ruptura de la rutina supone también la ruptura del día perfecto.

El comportamiento meticuloso de Hirayama traspasa absolutamente todos los ámbitos de su día a día; desde un riguroso despertar sin alarmas, confiando de forma ciega en el reloj de su cuerpo y el fiel sonido de una señora barriendo la calle, hasta su insistencia por concurrir a los mismos lugares de esparcimiento. Asimismo, su atención al detalle al trabajar se traduce en amor. Todo se repite y todo se respeta. De la mano del amor propio y el respeto nace una solidaridad inherente, tanto por el prójimo como por el planeta en el que habitamos.

En una actualidad presa del consumismo, Perfect Days supone una mirada tan refrescante como indispensable. Nos recuerda que lo necesario para sentirnos satisfechos con nosotros mismos yace en nuestro interior, o en su defecto, en la habilidad personal para apreciar lo externo tal como Hirayama apreciaba el komorebi, palabra japonesa que describe el momento justo en el que los rayos del sol se filtran a través de las hojas de los árboles, creando sombras en las superficies. Y cuando uno es feliz de verdad, con lo que uno hace, con lo que uno es, no hace falta una vida con demasiados adornos para estar en armonía. De esa manera encontraremos grandeza en actos que antes parecían nimios, y belleza en detalles que la mayoría pasa desapercibidos.

Hirayama es ajeno a las nuevas tecnologías, incluso a la nueva música, como lo demuestra su repertorio de canciones en camino al trabajo o la manera como ignora sinceramente a qué se refiere su sobrina con “Spotify”. En él no existe el ansia de permanecer actualizado, de ser juzgado o de quedarse atrás. Simplemente existe en el presente.

En suma, es un apasionado recolector de alegrías efímeras. Compra sus propios materiales de limpieza para su trabajo como limpiador de baños. Es puntual, perfeccionista y entregado. Se toma tan en serio su tiempo laboral como los de ocio, sea durante los descansos para almorzar, o en las noches, bañado y acostado, mientras disfruta un buen libro. Aun durante los fines de semana suele frecuentar los mismos espacios, encontrando cierto sosiego en lo conocido. Parece que entendió el arte de escuchar a su cuerpo, al regresar a los lugares que representan dicha y tranquilidad para él. Todos podemos aprender de él, solo hay que dar el primer paso: respirar.

¿Qué es la verdad?

Cualquier cosa que sea casi verdad es bastante falsa, y está entre los errores más peligrosos. Porque estando tan cerca de la verdad es más fácil que nos descarríe

En estos días reflexionaba sobre el hecho de que cómo no va a haber tanta confusión en el mundo actual si, por ejemplo, una de las “verdades” sobre la que muchas veces se sustenta es que no hay verdad absoluta, que esta es siempre relativa. Es más se está llegando al extremo de asegurarse que la verdad depende de cada quien, de lo que cada quien cree que es verdad.

Hoy día es muy común que se diga que no existe la verdad absoluta. Aunque eso, por su misma lógica, es erróneo. Uno podría preguntar a quien afirme eso: ¿Estás diciendo que sabes que es absoluta y siempre cierto que no existe una verdad absoluta? Y la persona que hizo la afirmación se irá furiosa, o si es intelectualmente honesta empezará a ver el error en su argumento. Porque la única base para que se pueda afirmar que se sabe algo absolutamente es que existe la verdad absoluta. Y la razón más importante por la que existe esta es porque alguien con gran inteligencia y sabiduría la inventó. Alguien realmente tejió en toda la creación y en nuestras mentes lógicas que debe haber cosas en las que podamos confiar absolutamente. Y por supuesto ese alguien es el Dios vivo.

Una vez que nos encontramos con la verdad absoluta, la verdad de Dios, asumiremos dos características clave de ella cada vez que la veamos.

1. Es inmutable. No será alterada por manías, usos o arbitrariedades

2. Es universal. Se nos aplica a todos. Si no se aplica a todos, no es la verdad. Es solo una opinión.

Para concluir algunas reflexiones sobre este vital tema:

1. Nunca conoceremos la verdad hasta que estemos dispuestos a que sean derrumbados nuestros falsos conceptos e ideas preconcebidas;

2. Cualquier cosa que sea casi verdad es bastante falsa, y está entre los errores más peligrosos. Porque estando tan cerca de la verdad es más fácil que nos descarríe;

3. La realidad no deja de existir porque se ignore;

4. A veces Dios primero tiene que quitarnos lo que creemos que está bien para poder mostrarnos la verdad;

5. No se puede rechazar la verdad y dejar un vacío: ¡se llena de mentiras!;

6. Lo correcto es correcto aunque todos estén contra de ello, y lo falso es falso aunque todos estén a su favor;

7. Cuando uno se está resistiendo a la verdad, esta va perdiendo su poder sobre nuestra mente;

8. Las palabras de Dios constituyen el patrón para saber lo que es verdad y lo que es falso. De hecho leemos en el versículo Juan 14:6a- Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida…

@viviendovalores

@agusal77

Midnight Mass y el significado de la fe

… spoiler: La solidaridad salva el día.

Midnight Mass”, o su traducción al castellano, Misa de Medianoche, es una miniserie de suspenso y terror sobrenatural creada por Mike Flanagan, estrenada a finales del año 2021. Con la sinopsis que nos brinda su plataforma de streaming podemos obtener una imagen casi tangible de lo que sería esta inquietante historia: “Cuando un hombre deshonrado vuelve a su hogar, en un pueblo apartado del resto del mundo, aparece un nuevo sacerdote carismático. La llegada de ambos coincide con una extraña serie de eventos sobrenaturales”.

Flanagan se ha establecido esta última década como uno de los autores más fiables de este género cinematográfico. Actuaciones memorables, fluidas transiciones fílmicas y una premisa bien desarrollada a lo largo de sus siete concisos episodios sin duda le hacen justicia a la categoría de terror. No obstante, debajo de la ficción se encuentra la raíz de su éxito, la verdad que trasciende cualquier medio de comunicación. La religión no se trata de lo que quiera el hombre, ni de lo que este pueda sacar de ella, pues no se trata nunca solo del hombre ni de todos los hombres. En cambio, este sirve como un humilde instrumento para transmitir la palabra de Dios a nuestros corazones.

Desafortunadamente es un error común en la actualidad subir a un pedestal figurativo a quien solo es transmisor de este mensaje. El ser humano no debería ser nunca un obstáculo entre emisor y receptor. Los habitantes de esta aislada comunidad llevan al extremo el significado que cada uno tiene de religión, perdiendo la capacidad de distinguir entre el bien y el mal. La Iglesia pasa de ser un símbolo de pertenencia a uno de abundante incertidumbre. 

En su desenlace, la solidaridad salva a este pueblo desamparado. Sus habitantes cesan el pensamiento individualista para actuar como un todo, y el mutuo compromiso a sobrevivir acompañados abre sus ojos al contundente entendimiento de que la fe es tanto el destino como el camino. Tal como nuestro multifacético protagonista Paul Hill afirma en el segundo episodio, casi a manera de presagio: “Eso es lo que significa tener fe. Que en la oscuridad, en su peor parte, en la ausencia de luz y esperanza, cantaremos”.

Es una decisión personal

En otros casos, a veces nos queda más fácil hacer las cosas que sabemos que están mal, porque tomar una postura por lo que sabemos está bien no tendrá aceptación


En el artículo Mejórate a ti mismo… vimos:
Dios me dijo que construyera un mundo mejor.
Respondí: «¿Y cómo?
El mundo es despiadado, cruel,
y soy pequeño e incapaz.
Lo que hiciera sería ineficaz»
Dios en Su sabiduría añadió:
«Mejórate a ti mismo; nada más».

Si cada uno siguiéramos este consejo, podríamos iniciar un proceso de cambio importante en nuestras vidas, siempre apoyándonos de todo corazón en Dios para poder afrontar tamaño reto. Pero si seguimos pensando que las soluciones van a venir por sí solas por lo que haga(n) otra(s) persona(s), y no lo que hagamos cada uno, haciéndonos responsables por nuestras decisiones y acciones, no habrá en absoluto ningún cambio para bien.

Hay alguien muy cercano que está pasando por una situación difícil y muy desagradable porque siguió la orientación de alguien en una institución educativa privada que, para asegurar su cupo en dicha institución, le pidió que depositara el dinero de la matrícula y algo más. Cuando preguntó que si no le aprobaban la visa le devolverían el dinero, le respondieron que sí. Resulta que no le aprobaron la visa por un problema de la misma institución (ni siquiera de la persona), y ahora no le quieren devolver el dinero. Ejemplos de engaños como este abundan. Y eso está sucediendo en un país desarrollado.

En otros casos, a veces nos queda más fácil hacer las cosas que sabemos que están mal, porque tomar una postura por lo que sabemos está bien no tendrá aceptación. También, como humanidad nos hemos acostumbrado a que sean los líderes de todas las áreas los que hagan algo, hoy día está claro por lo que hemos vivido que se requerirá del aporte de cada persona si queremos ver cambios reales. Todo esto porque la integridad es un valor casi en extinción. Las palabras insinceras y sonrisas falsas abundan hoy día. Vivimos en un mundo lleno de mentiras, engaños y decepciones. Además la integridad es una decisión personal, pero tiene que hacerse colectiva para que tenga un impacto vital.

Finalmente un texto escrito por Kent Keith llamado Mandamientos Paradójicos, publicado por primera vez en 1968…en él se refuerza lo de Mejórate a ti mismo:

Las personas son irrazonables, inconsecuentes y egoístas;
perdónalas de todos modos.
Si eres bondadoso, te acusarán de tener oscuros motivos egoístas;
sé bondadoso de todos modos.
Si tienes éxito, te ganarás amigos falsos y enemigos verdaderos,
ten éxito de todos modos.
Si eres franco y sincero, la gente puede engañarte;
sé franco y sincero de todos modos.
Lo que te cuesta años construir, alguien podría destruirlo en una noche;
construye de todos modos.
Si encuentras sosiego y felicidad, podrían envidiarte;
sé feliz de todos modos.
El bien que hagas hoy, muchos lo habrán olvidado mañana;
haz el bien de todos modos.
Da al mundo lo mejor que tienes, y quizá nunca sea suficiente;
da al mundo lo mejor que tienes de todos modos.
Ya ves, a fin de cuentas, todo queda entre Dios y tú;
nunca fue entre el mundo y tú de todos modos.


@viviendovalores

«No está aquí…ha resucitado»

Él siempre ha estado allí…incluso tal día como hoy resucitó, y venció a la muerte para siempre, para luego llegar a decirnos: y he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo

Hoy el mundo cristiano (católico y protestante) celebra el suceso más impresionante y singular de toda la historia: la resurrección de Jesús. De acuerdo a varios historiadores y apologistas hay argumentos sólidos que demuestran que la resurrección de Jesús sucedió en verdad.

Hay una historia en los Evangelios de cuando Jesús se quedó dormido estando en una barca con sus apóstoles, y en medio de una tempestad estos le dicen: Señor sálvanos que perecemos, y allí Jesús se levanta y ordena a la tempestad que pare, a lo que ellos dicen: ¿Qué hombre es éste que aun el viento y el mar le obedecen? (Mateo 8:27). Habiendo estado con él durante un tiempo, viendo muchos milagros que estaba haciendo, aún así les costaba entender que habían estado en la presencia del Hijo de Dios. Una vital reflexión de hoy día sería que, a pesar de las tormentas de la vida, de todo lo que estamos viendo y viviendo: guerras, catástrofes naturales, conflictos de todo tipo, la pandemia reciente que afectó a todos de alguna manera, etc. nunca se nos olvide todas las veces que el Señor nos ha sacado de situaciones que en su momento parecían hasta imposibles. Él siempre ha estado allí…incluso tal día como hoy resucitó, y venció a la muerte para siempre, para luego llegar a decirnos: y he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Amén (Mateo 28:20b v. RV60). Es decir que a pesar de todos los pesares, nunca se nos olvide que el capitán resucitó, está vivo, y por eso sigue al mando del barco.

A continuación algunas reflexiones sobre la resurrección:

  1. En la vida mucho depende, en todas las áreas, de en qué creemos. En un mundo donde la gente cree en todo, a veces le cuesta creer lo que realmente es verdad y más importante
  2. La resurrección de Jesús es uno de los sucesos mejor documentados; incluso según Billy Graham hay más pruebas de que Jesús resucitó que las pruebas de que vivió Julio César o que Alejandro Magno murió a la edad de treinta y tres años
  3. Ella prueba que hay vida después de la muerte. Gracias a la resurrección de Jesús, la esperanza del hombre ya no está limitada al ámbito de sus posibilidades humanas, si elegimos creer en ello
  4. Prueba también que Jesús es quien afirmó ser, el Hijo de Dios y Dios mismo
  5. El escritor Charles Colson dijo: Tengo la certeza de que la resurrección es un hecho y Watergate me lo demostró. ¿Cómo? Porque 12 hombres dieron testimonio de que Jesús había resucitado, luego lo proclamaron por 40 años, y ni una sola vez lo negaron. Todos fueron golpeados, torturados, apedreados y encarcelados. No habrían resistido si no fuera verdad. En Watergate estuvieron involucrados 12 de los hombres más poderosos del mundo… y no pudieron sostener una mentira por 3 semanas. ¿Me dicen que los 12 apóstoles pudieron sostener una mentira por 40 años? Absolutamente imposible.

Finalmente una pregunta para hacernos cada uno:

¿En mi vida de verdad yo actúo como si Dios estuviera vivo?

@viviendovalores

Resuena hasta hoy

Un iceberg es agua dulce congelada atrapada que tiene miles de años. Asimismo la verdad y las profecías del Antiguo Testamento escritas muchos años antes de Jesús se cumplieron en su nacimiento, vida, muerte y resurrección

Empezando Semana Santa quisiera compartir con los amables lectores un texto adaptado de Curtis P. Van Gorder distinto a los que usualmente leemos en esta época, en el que se asocia la vida, pasión y resurrección de Jesús con los icebergs:

“Durante su breve vida en la tierra Jesús se comparó con muchas cosas: el pan de vida, la puerta a la salvación, el agua de vida y la luz del mundo. Quizás si hablara a los habitantes de Terranova, Canadá, les diría: Yo soy el iceberg de la vida. ¿Por qué?

Algo pasmoso de los icebergs es que solo vemos un 10% por encima del nivel del agua. Sabemos un poco de todo lo que hizo Jesús por lo que leemos en los evangelios. Juan dijo: si se escribiera cada una de ellas, pienso que los libros escritos no cabrían en el mundo entero Juan 21:25. De lo que  conocemos de Jesús y lo que hemos vivido, podemos hacernos una idea de cómo es el 90% restante. Él es la imagen [la manifestación esencial] del Dios invisible [la representación visible de lo invisible], el primogénito [el preeminente, el soberano] sobre toda la creación Colosenses 1:15.

Los icebergs pueden ser tan grandes como la isla de Sicilia o solo de unos pocos metros. Tienen muchos colores, estrías y formas esculpidas. Jesús vino para el pobre y el rico, el exaltado y el humilde. Su mensaje de redención fue para toda criatura en todo el mundo Marcos 16:15. Así pues deberíamos estar muy agradecidos que nos incluye a ti y a mí.

Un iceberg es agua dulce congelada atrapada que tiene miles de años. Asimismo la verdad y las profecías del Antiguo Testamento escritas muchos años antes de Jesús se cumplieron en su nacimiento, vida, muerte y resurrección.

Hay quienes se entristecen cuando un iceberg finalmente se derrite en el mar. También una flor tiene que morir para producir semillas, por fuera la semilla muere para producir la vida interior; asimismo Jesús dio todo lo que tenía para que vivamos para siempre.

Luego de que el Titanic golpeara un iceberg ignorado y se hundiera, se creó un instituto para controlar la posición de todos los icebergs para evitar que los barcos los golpearan. Nos recuerda que nos arriesgamos personalmente al ignorar a Jesús.

Al soltarse un iceberg de su glaciar puede rodar y explotar con la fuerza de una bomba atómica, crear maremotos que se sienten muy lejos de allí. Asimismo la resurrección de Jesús tras morir en la cruz causó una explosión en su día que resuena hasta hoy mientras celebramos la Pascua.”


@viviendovalores

Enojarse es una elección

Requiere de mucho valor controlarse, y es de inteligentes percatarse de que el enojo no cambiará nada, peor aún que al final es nocivo para nuestra felicidad y salud.

En definitiva no es nada aconsejable tomar decisiones mientras uno está bajo la influencia de emociones o sentimientos, en especial cuanto más importantes sean esas decisiones; tampoco comportarse dejándose llevar por impulsos, sin pensar, máxime en situaciones que sean delicadas.

Hoy día es común que la gente se enoje, a veces por cosas banales. Es fácil enojarse con otras personas, sobre todo en un mundo injusto como en el que vivimos. Pero resulta que la ira es una elección. Cuando nos enfurecemos, elegimos enfurecernos. A veces decimos: Fulano me hace enojar tanto, pero en realidad eso no va a ocurrir sin nuestro permiso. Porque siempre podemos escoger no enojarnos ante lo que sea que nos ocurra. Requiere de mucho valor controlarse, y es de inteligentes percatarse de que el enojo no cambiará nada, peor aún que al final es nocivo para nuestra felicidad y salud. Por tanto deberíamos buscar detener el mal hábito (tan común hoy día) de tratar de cambiar las cosas que no podemos cambiar.

Cuando nos enojamos cometemos muchos errores, algunos muy graves; hacemos cosas que en ese instante pensamos que están bien, como tomarnos la justicia por nuestras manos, y actuar con violencia.

Por otro lado hay algo en lo que usualmente no pensamos: que la ira debilita al ser humano. De hecho lo coloca en desventaja frente a diversas situaciones de la vida. El relato que sigue lo ilustra:

Cuando Simbad (nombre del protagonista de un cuento tradicional árabe originario del Medio Oriente) y sus marinos desembarcaron en una isla tropical, vieron en la cima de los árboles cocos con los cuales calmar la sed y el hambre. Estos estaban muy lejos del alcance de ellos. Sin embargo, notaron entre el follaje la presencia de monos que parlaban entre sí. Simbad y sus hombres empezaron a arrojarles piedras y ramas, lo cual despertó tal furia entre los simios que estos a su vez decidieron replicar lanzándoles cocos a ellos, que era justo lo que querían aquellos. Los monos furiosos trabajaron en ese momento para ellos!
Este sencillo ejemplo es una buena ilustración de que si nos dejamos arrastrar por la ira, podemos llegar a ser como juguetes en las manos de otras personas, hasta de aquellos con los que tenemos problemas…justo con los que menos queremos que eso nos pase.

Para terminar un poema ilustrativo del tema:

Cuando pierdo la paciencia
pierdo también la razón.
Jamás puedo estar contento
de algo hecho con rencor.

Siempre que he hablado con ira,
con el rostro enrojecido,
he soltado una palabra
de la cual me he arrepentido.

Estando airado nunca hice
buena ni prudente acción
sino algo para luego
tener que pedir perdón.

Si analizo mi pasado,
lo perdido y lo ganado,
no recuerdo nada bueno
que la furia me haya dado.

Trato pues de ser paciente,
lo he aprendido con los años.
Nunca quiero actuar ni hablar
si el enojo está latente.

La experiencia me ha enseñado
que si pierdo los estribos
no hago nada aconsejable
ni que tenga buen sentido.


@viviendovalores

Un ladrillo vital

Para ejercer cualquier tipo de buena influencia para bien en otros, la humildad es un elemento fundamental, vital, tanto que sin ella nunca puede haber una buena comunicación entre dos partes

En el artículo Construyendo una nueva casa dijimos: Si nos dieran el poder de imaginarnos un mundo mejor para así poder construir esa nueva casa donde quepamos todos, y nos tocara a cada uno colocar un ladrillo, ¿cuál sería?

En un mundo con conflictos por los cuatro costados, en buena parte por la ausencia casi absoluta de buena comunicación entre las partes en conflicto, hay un ladrillo que es fundamental si algún día se quisiera empezar a buscar sinceramente posibles soluciones a dichos conflictos: un ladrillo llamado humildad. Y para ejercer cualquier tipo de buena influencia para bien en otros, la humildad es un elemento fundamental, vital, tanto que sin ella nunca puede haber una buena comunicación entre dos partes. Aunque ya hemos hablado del mismo otras veces, por ser tan importante, así como por su notoria escasez en nosotros los seres humanos, es necesario hablar de ello todas las veces que sea posible. Sobre todo porque cuando escasea la humildad, abunda su contrario: la soberbia u orgullo desmedido. Y cuando abunda la soberbia, enseguida van a abundar montañas de problemas, entre ellos todo tipo de conflictos. Incluso ocurre que: Dios hace frente a los orgullosos y concede, en cambio, su favor a los humildes (Santiago 4:6 versión BLPH)…lo que quiere decir que tendremos el favor de Dios al ser humildes, mientras que lo tendremos a él como el oponente más formidable que existe cuando optamos por la soberbia. 

Además cabe destacar lo siguiente: Diferencia entre orgullo y humildad: el orgullo es cuando aceptamos el crédito por cosas que Dios y/u otras personas hicieron a través de uno y por uno. Por tanto la humildad no significa pensar menos en uno mismo. Significa pensar más en Dios y en los demás.

 Finalmente, un breve poema ilustrativo del tema de hoy:

Hay veces que te crees importante

y sientes un orgullo desmedido.

Es entonces que lleno de soberbia

piensas que nadie se mide contigo.


Hay veces en que piensas que tu ausencia

dejará un vacío sin igual,

sigue pues estos consejos a conciencia

y ya verás cómo surge tu humildad.

Toma un balde, llénalo de agua,

y en él mete la mano.

Al sacarla, el vacío será igual

al que dejarás entre los seres humanos.

 
Puedes salpicar cuanto quieras,

y el agua sin descanso agitar.

Pero una vez que dejes de hacerlo,

todo volverá a su lugar.

Hay una moraleja en este sencillo poema:

Actúa de manera responsable;

ocupa el lugar que Dios te ordena,

pues nadie es indispensable.


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Construyendo una nueva casa

Si nos dieran el poder de imaginarnos un mundo mejor para así poder construir esa nueva casa donde quepamos todos, y nos tocara a cada uno colocar un ladrillo, ¿cuál sería?

En el artículo Necesitamos construir dijimos: Construimos nuestra vida día tras día, y muchas veces no nos esforzamos al máximo en la construcción de nuestra existencia. Al final nos quedamos sorprendidos cuando descubrimos que tenemos que vivir en la casa que hemos construido. Si tuviésemos otra oportunidad, lo haríamos todo de forma muy diferente. Pero no se puede dar marcha atrás.

Para entrar de modo persistente en lo que hemos denominado #ModoConstruir, y así poder alcanzar el objetivo de una construcción positiva de nuestra existencia, tendríamos que partir de un cambio en la mentalidad y las actitudes que hemos tenido durante mucho tiempo; esfuerzo que, a medida que se incorporen más personas al mismo, tendría un mayor impacto y cambios en el contexto y la cultura en que nos desenvolvemos usualmente. Esto no sería nada fácil. Sin embargo, si algo deberíamos estar aprendiendo de la experiencia humana, es que todo lo que realmente ha valido la pena en el transcurso de la misma nunca ha sido fácil, siempre ha costado algo, a veces mucho.

Comenzaremos comparando al mundo con la construcción de una nueva casa. Por cierto no es un secreto que luego de la pandemia reciente, esta realmente dejó al desnudo varias deficiencias y debilidades de la sociedad en que vivimos. Y esta es una realidad con la que tendremos que estar lidiando, sin importar que estemos dispuestos o no a prestar atención a lo que de verdad sucede a nuestro alrededor. De hecho, lo que no habíamos querido hacer voluntariamente antes de la pandemia, nos ha surgido como una necesidad cada vez más apremiante luego de la misma. A partir de allí nos quedó precisamente la gran tarea (que aún sigue estando pendiente) de construir esa nueva casa que acabamos de mencionar. Y cuando decimos nos quedó, nos referimos expresamente al hecho de que como humanidad nos hemos acostumbrado desde hace tiempo a que sean los líderes de todas los ámbitos de la sociedad los que hagan algo al respecto. Sin embargo, otra cosa que la pandemia dejó al descubierto es la necesidad de que cada uno de nosotros que conformamos la sociedad actual, aporte por lo menos un ladrillo de la nueva casa mencionada.

Cabe mencionar que dicha nueva casa como cualquier otra tendrá que estar sobre varios pilares de distinta naturaleza, podemos citar algunos muy importantes:

  1. Visión
  2. Decisiones
  3. Valores
  4. Compromiso

En otras entregas hablaremos un poco sobres estos pilares y además unos posibles ladrillos para la nueva casa de nuestra vida. Finalmente invitamos a nuestros amables lectores a hacerse cada uno estas preguntas:

Si nos dieran el poder de imaginarnos un mundo mejor para así poder construir esa nueva casa donde quepamos todos, y nos tocara a cada uno colocar un ladrillo, ¿cuál sería?

  1. ¿Qué estoy esperando en realidad de la vida?
  2. ¿Estoy tomando las decisiones realmente correctas?
  3. ¿Me estoy preparando esmeradamente para construir un futuro mejor?

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